Por: Eleuterio Gómez Valencia
El pasado 3 de mayo, la Cámara de Comercio de Manizales testigo de un evento de gran magnitud y significado cultural: el lanzamiento de la trigésima tercera edición del Festival Nacional del Pasillo Colombiano en homenaje a los hermanos Hernández. Este festival, que se celebra anualmente en el municipio de Aguadas, es reconocido por reunir a los máximos exponentes de este género musical tan arraigado en la identidad colombiana.
El evento de lanzamiento contó con un masivo acompañamiento, reflejando el interés y apoyo de la comunidad hacia la preservación y difusión de esta tradición musical. El alcalde de Aguadas, Fabio Gómez, enfatizó la importancia de rescatar la tradición y defendió con orgullo la identidad cultural de la Ciudad de las Brumas, el pionono, el sombrero aguadeño y el pasillo colombiano. Por su parte, el gobernador de Caldas, Henry Gutiérrez, destacó a Aguadas como un referente de la cultura nacional, resaltando el valor histórico y artístico que este festival aporta al patrimonio cultural del país.
La presentación oficial de la edición número 33 del Festival Nacional del Pasillo Colombiano estuvo impregnada de música y baile, con los característicos acordes de la bandola, el tiple y la guitarra. La Gobernación de Caldas y la Alcaldía de Aguadas se unieron para dar a conocer el programa de actividades que se llevarán a cabo del 16 al 18 de agosto, fechas en las que se desarrollará este evento tan esperado.
Entre las actividades programadas para este año, se destacan eventos académicos, conciertos dialogados, una emotiva misa folclórica con ofrenda floral a los Hermanos Hernández, el encuentro nacional de pasilleritos, el tradicional desfile folclórico, la feria comercial, la serenata folclórica y el Circo de las Brumas Hermanos Hernández. Asimismo, se llevarán a cabo concursos de intérpretes vocales e instrumentales, de obras inéditas y de coreografía, así como muestras de talentos aguadeños y presentaciones de músicas de campo, entre otras actividades que prometen enriquecer la experiencia de los asistentes.
Dentro de los concursos previstos para esta edición, está la participación de solistas, vocales, instrumentales, duetos, conjuntos mixtos y conjuntos instrumentales, dando la oportunidad a diversos talentos de mostrar su destreza y creatividad en el ámbito de la música pasillera. Además, se espera la presencia de bailarines con coreografías de pasillo lento y fiestero, quienes sin duda añadirán un toque de gracia y elegancia a esta celebración musical tan significativa para la cultura colombiana.
El Festival Nacional del Pasillo Colombiano no solo es un espacio para la expresión artística y la celebración de la música tradicional, sino que también representa un hito en la preservación de la memoria colectiva y el legado cultural de la región. A través de la música, el baile y las manifestaciones artísticas, este festival se convierte en un puente que une generaciones, promoviendo el orgullo por las raíces y la identidad cultural de Colombia.
En un contexto en el que la globalización y la modernidad amenazan con diluir las tradiciones locales, eventos como el Festival Nacional del Pasillo Colombiano cobran aún mayor relevancia, recordándonos la importancia de preservar y valorar nuestras raíces culturales. La riqueza del pasillo colombiano, con sus melodías nostálgicas y letras cargadas de sentimiento, es un patrimonio invaluable que merece ser celebrado y difundido en todo su esplendor.
El festival no solo ofrece un escenario para el talento artístico, que también contribuye al desarrollo socioeconómico de la región, impulsando la actividad turística y generando oportunidades para los artistas locales y los emprendedores culturales. La feria comercial que forma parte de las actividades programadas, por ejemplo, permite a los productores y artesanos de la zona dar a conocer sus creaciones y productos, contribuyendo así al fortalecimiento de la economía local.
Además, los concursos de intérpretes y creadores de obras inéditas fomentan la creatividad y el talento de los participantes, incentivándolos a seguir explorando y enriqueciendo el género del pasillo con nuevas propuestas musicales. Así mismo, el Encuentro Nacional de Pasilleritos promueve la participación de las nuevas generaciones, asegurando la continuidad de esta tradición musical tan arraigada en la identidad colombiana.
El Circo de las Brumas Hermanos Hernández, que forma parte de las actividades del festival, nos transporta a un mundo mágico y lleno de color, donde la música, el baile y la alegría se conjugan para brindar un espectáculo único y emocionante para toda la familia. Este espacio lúdico y creativo es una oportunidad para desconectarnos de la rutina diaria y sumergirnos en un universo de fantasía y diversión, donde la magia del pasillo colombiano se hace presente en cada rincón.
La serenata folclórica, con su atmósfera romántica y emotiva, nos invita a disfrutar de la música en su estado más puro y genuino, recordándonos la importancia de las canciones tradicionales como vehículo de expresión de nuestros sentimientos más profundos y sinceros. Las letras de los pasillos, cargadas de poesía y emotividad, nos conectan con nuestras raíces y nos invitan a reflexionar sobre el amor, la nostalgia y la belleza de la vida cotidiana.
En el desfile folclórico, las tradiciones y costumbres de Aguadas y de Colombia en general se hacen presentes a través de coloridos trajes, danzas y música en vivo. Este evento, que reúne a personas de todas las edades y orígenes, es un homenaje a la diversidad cultural y al mestizaje que caracteriza a nuestra nación, recordándonos la importancia de celebrar nuestras diferencias y encontrar en ellas un motivo de orgullo y enriquecimiento mutuo.
En definitiva, el Festival Nacional del Pasillo Colombiano es mucho más que un evento musical, es una celebración de la identidad, la diversidad y la riqueza cultural de Colombia. A través de la música y el arte, este festival nos invita a explorar nuestras raíces, a conectar con nuestras emociones más profundas y a celebrar la belleza y la magia de la tradición pasillera. Es un espacio de encuentro, de aprendizaje y de crecimiento, donde la música se convierte en el lenguaje universal que nos une y nos identifica como pueblo.
Así, con los acordes del tiple, la bandola y la guitarra resonando en los corazones de los asistentes, el Festival Nacional del Pasillo Colombiano se erige como un faro que ilumina el camino hacia la preservación y difusión de nuestras raíces culturales. Es un recordatorio de la importancia de valorar y proteger las tradiciones que nos definen como sociedad, y de la necesidad de transmitir ese legado a las futuras generaciones, para que puedan seguir disfrutando y enriqueciendo herencia cultural.
A lo largo de sus 33 ediciones, el Festival Nacional del Pasillo Colombiano ha logrado consolidarse como un referente cultural y artístico de gran relevancia en la región. Cada año, artistas, músicos, bailarines y amantes de la música tradicional colombiana se reúnen en Aguadas para compartir, aprender y disfrutar de este género musical tan emblemático, que ha trascendido fronteras y se ha convertido en un símbolo de la identidad nacional.
La música del pasillo, con sus características melódicas y líricas, nos transporta a épocas pasadas, evocando paisajes, emociones y vivencias que han marcado la historia y el sentir de nuestro pueblo. A través de sus notas y sus versos, el pasillo nos cuenta historias de amor, de nostalgia, de lucha y de esperanza, reflejando la diversidad y la riqueza de la experiencia humana en todas sus facetas.
Eventos como el Festival del Pasillo nos recuerdan la importancia de detenernos, apreciar y celebrar la autenticidad y la esencia de nuestras tradiciones. La música y la danza folclórica se convierten, así, en herramientas poderosas para conectar con nuestra historia, nuestra tierra y nuestras raíces, fortaleciendo nuestra identidad y reafirmando nuestro sentido de pertenencia.
2 respuestas
Súper excelente!!!
Un pueblo de cristal, frágil, sensible; Muy representativo, con su encanto de paisaje cultural cafetero. Aguapas papá, Aguadas mijo